Me invade el recuerdo, un sonido que llega distante como música a mis oídos me habla de vos, ...y tu nombre va colándose por los rincones de esta ausencia colmada de suspiros.
Te espero inquieta enceguecida de pasión, en el lugar perfecto donde se pasea el deseo despojado de todo, allí donde se produce el sortilegio de los dioses que me hace prisionera.